Infodemia, el virus mediado

El COVID-19 tiene todos los ingredientes para ser una pandemia informativa. Una «infodemia». Así es como la ha definido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha declarado que el brote del COVID-19 estaba acompañado de una sobreabundancia de información, mucha imprecisa, lo que dificulta a los ciudadanos encontrar fuentes fiables de noticias. La burbuja informativa del coronavirus se ha caracterizado, en gran parte, por información falsa (fake news). También se ha utilizado el concepto del «virus hoax», un anglicismo aparecido con Internet, que sirve para definir una mentira que quiere divulgarse con la finalidad de engañar al receptor, y que tiene una apariencia teóricamente seria. Las motivaciones para la difusión de información falsa pueden ser múltiples: políticas, económicas, sociales…
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han permitido que cualquier persona sea consumidora y editora de contenido, igual que las Administraciones, los partidos políticos, las empresas, las asociaciones o los colectivos de todo tipo. Por ejemplo, hoy la Administración ya no solo es depositaria de información, sino que también es emisora de contenido, a partir de sus canales y plataformas online. En este contexto, todos los ciudadanos son generadores de orden o desorden, en función de si su voluntad es informar o desinformar. Algunos partidos políticos, especialmente aquellos más polarizados, han jugado un papel perturbador con informaciones poco exactas publicadas en sus redes sociales.
Durante la crisis del COVID-19 se han difundido fake news con ideas tan dispares como que el virus es un arma biológica desplegada alternativamente por China, los Estados Unidos, el Reino Unido o incluso Rusia (con el objetivo de destruir la UE y la OTAN); que el COVID-19 está vinculado al 5G y que Wuhan es el campo de prueba; o que el coronavirus ha sido causado por migrantes que llegan a la Unión Europea y lo propagan por todos los países. Incluso se ha llegado a difundir que la pandemia es un engaño, que no existe. Estos son algunos ejemplos de noticias falsas de las que ha alertado el European External Action Service (EEAS).
La inventiva y las teorías de la conspiración han llegado a crear contenidos en los que se avanza que existen remedios naturales para curar el virus; o que es un intento del «Estado Profundo» para controlar el crecimiento de la población. Estas informaciones han dado la vuelta al mundo en cuestión de segundos, pero muchas también han sido desmentidas con gran rapidez gracias a los medios de comunicación o a las plataformas sociales.

Imatge

La consolidación de los social media y las aplicaciones de mensajería permiten la transmisión instantánea de noticias de la crisis sanitaria global por diferentes formatos. El coronavirus permite descubrir ciertas vulnerabilidades de las sociedades posmodernas, que disponen de un alto volumen de información que estimula el miedo. Esta crisis nos vuelve a recordar el paradigma de la sociedad del riesgo, descrito por el sociólogo alemán Ulrich Beck: «La sociedad del riesgo pensada hasta sus últimas consecuencias quiere decir sociedad del riesgo global, pues su principio axial, sus retos, son los peligros producidos por la civilización que no pueden delimitarse socialmente ni en el espacio ni en el tiempo. En este sentido, las condiciones y principios básicos de la primera modernidad, la modernidad industrial –antagonismo de clase, estabilidad nacional, así como las imágenes de la racionalidad y el control lineal, tecno-económico– son eludidas y anuladas» (Beck, 2003).
En esta sociedad del riesgo global, los medios de comunicación multiplican el conocimiento colectivo sobre el peligro, la inseguridad y el alarmismo mediante noticias que instantáneamente se difunden globalmente, pero su intervención se considera trascendente en la cobertura de una crisis como la del COVID-19. El buen periodismo es un estimulante recurso para la comunicación de riesgo. Como apunta Bakir (2010), los medios: 1) Proporcionan conocimiento para informar a los ciudadanos; 2) Modulan la aceptabilidad del público de diferentes riesgos; 3) Motivan al público para actuar con responsabilidad; 4) Proporcionan marcos de significación respecto a los riesgos.

Tranquilidad y buenos medios
La opinión pública, ante riesgos significativos quiere ser atendida. Es decir, quiere que se le facilite el peso de decisiones sobre si hay que comprar cierta comida, usar determinados medios de transporte o permanecer cerrados en sus casas. Este proceso de racionalización obliga a los medios de comunicación a extraer interpretaciones y fuentes múltiples de información (Murdock et al., 2001). Y la responsabilidad del periodismo ante situaciones de grandes crisis ya no solo es informar con rigor y responsabilidad, sino también combatir las noticias inexactas o falsas y transmitir tranquilidad a los ciudadanos.
La transformación que ha experimentado el mundo con los social media, que permiten a los ciudadanos, las instituciones y las empresas comunicar información sin contrastarla, hace que el periodismo tenga aún más responsabilidad ante la difusión de información. El periodismo ante un riesgo debe poder seguir un total de cuatro preceptos básicos que pueden ayudar a mejorar la cobertura mediática: a) Evitar la alarma social; b) Rehuir la politización de la información; c) Facilitar la cooperación y espacios de debate; d) Contextualizar la históricamente (Pont-Sorribes, 2013). Es necesario encontrar las palabras justas para no profundizar innecesariamente en un lenguaje sin sentido que únicamente genere miedos y dramatismo. También se recomienda evitar la tentación de politizar la situación, culpando únicamente a un protagonista de la situación, sea un actor (Administración, empresa, gestores de la emergencia), una conducta o un hecho (Hazlett, 2001: 4).
Los ciudadanos deben evitar una sobreexposición excesiva a la información. En una situación de crisis como la del COVID-19 es aconsejable informarse siguiendo algunos preceptos: a) haciendo un uso racional y limitado de las redes sociales y, especialmente, de las aplicaciones de mensajería instantánea; b) accediendo a un conjunto de medios de comunicación de confianza, públicos o privados, pero con variedad ideológica y contraste informativo; y c) manteniendo cierta dieta informativa. Es decir, no estar permanentemente conectados, sino acceder a la información sea por plataformas, mensajería o medios convencionales no más de cuatro veces al día. Esta cantidad corresponde a las veces que los dietistas recomiendan ingerir alimentos: desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Más desafíos, nuevos (re)medios
Las noticias falsas se asocian a los nuevos medios y a las aplicaciones de mensajería instantánea; sin embargo, es una simplificación reducir solo a estos la propagación de información inexacta. Si bien es cierto que se puede leer información falsa en plataformas y medios sociales, también es cierto que pueden combatirla con la misma eficacia y rapidez que su difusión. Por tanto, no son las plataformas o las aplicaciones, sino las personas, las que emiten información falsa.
Los medios sociales participan del debate público y convierten a las páginas web en plataformas de contenidos como los blogs, los microblogs (p. ej. Twitter) o los portales de vídeos como YouTube o Instagram, entre muchos otros. Estos medios han demostrado ser poderosamente útiles en situaciones de crisis (Liu, Austin & Jin, 2011). A las ventajas expresadas anteriormente, hay que añadir que Internet y los denominados «social media» permiten, por razones técnicas, una respuesta eficaz ante las crisis gracias a la inmediatez y la horizontalidad de la comunicación en estas plataformas. Por tanto, no se trata de buscar medios buenos o malos, sino de determinar qué remedios podemos aplicar para combatir la desinformación y encontrar las virtudes de cada medio para cada situación.
El papel de Twitter en situaciones de emergencia como el COVID-19 conduce a una interacción mayor con los ciudadanos y al desarrollo de nuevos tipos de información que resultan eficientes. Con la irrupción de las redes sociales, la emisión de los mensajes en situación de emergencia ya no es exclusiva de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación, sino que los ciudadanos participan activamente de la propagación de contenidos de la propia emergencia. En esta línea, Watson, Finn y Wadhwa (2017) afirman que buena parte del big data producido en los social media tiene un impacto positivo no solo en la gestión de las emergencias, sino también en su prevención al disponer de más datos sobre las mismas.
El ciudadano ya no espera la mediación de los tradicionales emisores de información, medios de comunicación y gobiernos. Con el social media, los ciudadanos son partícipes directos de la crisis aportando la información de la que disponen u opinando libremente sobre ella. Los gestores de las emergencias y los periodistas, por tanto, pueden poner en valor estas informaciones dándoles cabida en sus medios. En conclusión, el medio no es bueno o malo por naturaleza, es el mensaje que se emite el que puede contener, o no, un alto grado de toxicidad en una situación de crisis.

(Artículo disponible en el libro colaborativo editado por la Cátedra Ideograma-UPF. Abril de 2020.  Libro completo Comunicación política en tiempos de Coronavirus).
Bibliografía
● Bakir, V. (2010) Media and risk: old and new research directions, Journal of Risk Research, 13:1, 5-18, DOI: 10.1080/13669870903135953
● Beck U. (2003) La sociedad del riesgo global. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores.
● Hazlett, C. (2001) «Ten things newspapers should do». EN: Crisis Journalism. Handbook for Media Response. Reston, Virginia: American Press Institute.
● Liu, B. F., Austin, L., & Jin, Y. (2011). How publics respond to crisis communication strategies: The interplay of information form and source. Public Relations Review, 37(4), 345-353.
● Murdock, Graham & Horlick-Jones, Tom & Petts, Judith. Social amplification of risk: The media and the public. Contract Research Report: Health & Safety Executive (HSE).
● Pont-Sorribes, C. (2013) Comunicar las emergencias. Barcelona: Editorial UOC.
● Watson, H., Finn, R.L. y Wadhwa, K. (2017) Organizational and Societal Impacts of Big Data in Crisis Managment. Journal of Contingencies and Crisis Managment, 25(1). pp. 15-22. DOI: 10.1111/1468-5973.12141

La credibilidad y los medios tradicionales

La crisis entre EUA e Irán de las últimas horas ha servido nuevamente para comprobar que son los medios tradicionales los que marcan la pauta en cuanto a credibilidad se refiere. Lo sabíamos de las crisis. Siempre que hay una gran emergencia los ciudadanos se fían de medios tradicionales, que los consideran más solventes y fiables. Lo comprobamos en múltiples ocasiones como los grandes atentados que han sufrido las principales ciudades europeas los últimos años. Y, finalmente, hemos asistido a un alud de prevenciones respecto a las elecciones europeas de este mes de mayo porqué eran muchos los que sufrían por el impacto de las fake news.

Medios de comunicación
Foto: Concepto.de

Se ha podido corroborar que su sesgo electoral ha sido menor de los esperado, aseveran ahora algunos de los grandes apocalípticos que hace solo tres meses nos anunciaban el fin del mundo. Por tanto, ¿por qué los medios tradicionales u old media son los preferidos de los ciudadanos? La respuesta no es fácil.

Un estudio elaborado hace unos meses en el marco de la Cátedra Ideograma-UPF y aplicada por la empresa YouGov nos da algunas respuestas. A partir de una muestra total de 1.664 personas en toda España, los investigadores diseñamos un encuesta experimental que nos revela:

1.- La credibilidad de la información política en el entorno digital depende del medio (formato) en el que se recibe. La televisión es el medio más creíble de los cuatro analizados. La prensa digital también obtiene un buen nivel de credibilidad, mientras que tanto WhatsApp como Facebook son percibidos como menos creíbles. Por tanto, los medios tradicionales continúan conservando un alto índice de credibilidad frente al auge de los nuevos medios, que si bien en el imaginario colectivo pueden ser percibidos como medios informativos altamente relevantes, el estudio pone en entredicho que sean equiparables a los medios tradicionales.

2.- Los ciudadanos comparten más las noticias de medios tradicionales (televisión y prensa digital) que las que reciben por los nuevos medios. La tendencia a compartir noticias es proporcional con los niveles de credibilidad de la noticia. Así, los ciudadanos se muestran con mayor predisposición a compartir las noticias televisivas y de prensas digital que no las de WhatsApp y Facebook.

3.- El nivel de estudios, en términos generales, afecta al nivel de credibilidad y a la tendencia a compartir noticias. Los ciudadanos con menos estudios tienden a dar mayor credibilidad a las noticias que las personas con más estudios. Los ciudadanos menos formados también tienden a compartir más las noticias, especialmente en formato WhatsApp. Por tanto, la formación otorga un grado de capacidad crítica respecto a las informaciones políticas y se percibe como un factor a tener en cuenta en términos democráticos ante la proliferación de fake news, especialmente en el entorno WhatsApp.

4.- La edad y el género afectan al nivel de credibilidad de las noticias y a la voluntad de compartirlas. Las personas mayores tienden a dar más confianza a las noticias y están más predispuestos a compartirlas entre sus contactos. El estudio concluye que los jóvenes, generalmente más activos y formados en los nuevos formatos, son más cautos a la hora de viralizar informaciones que los ciudadanos de más edad, especialmente en relación a las informaciones recibidas en formato Facebook y WhatsApp. Por otra parte, el género incide en la credibilidad únicamente en los medios mainstream. En este sentido, las mujeres dan más credibilidad que los hombres a las noticias de los medios convencionales (televisión y prensa digital) y tienden a compartirlas en mayor grado.

La medida de los botones! Opinión publicada y opinión política para gobernar en Twitter sin intermediación periodística 

El tweet del presidente de EUA, Donald Trump, enviado al presidente norcoerano, Kim Jong Un, sirvió de pretexto para preparar la conferencia del Congreso internacional del grupo de investigación PRODISNET, magníficamente organizado por los profesores de la Universitat de València Beatriz Gallardo y Nel·lo Pellicer: DESPLAZAMIENTOS DISCURSIVOS: MUTACIONES EN EL DISCURSO POLÍTICO DEL S. XXI

En el transcurso de la charla hablé de la importancia que están tomando los Social Media en la Comunicación Política.

Comparto aquí algunas ideas y la presentación: Conferència UValencia.

  • Con el 2.0 los políticos ya no son sólo depositarios de la información,también son emisores! ¿Se convierten en un medio de comunicación más?
  • Los nuevos (y los viejos) medios tienen que ser vistos como una oportunidad, no (sólo) como un problema
  • Los medios convencionales luchan por ser los primeros, ya no siempre lo consiguen.

 

‘Social media’ y resiliencia de las comunidades de ciudadanos en emergencias

La resiliencia está de moda, y según el diccionario de la RAE es “la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Pues bien, en las redes, ¿cómo se puede ejercer esta adaptación?. La respuesta la dan parcialmente Manon Jurgens y Ira Helsloot en un artículo reciente en la revista Journal of Contingencies and Crisis Management. El artículo repasa la bibliografía académica publicada hasta el momento y concluye que “la auto-resiliencia es un activo importante para los ciudadanos y, por lo tanto, la sociedad puede gestionar y superar un desastre”. Esta gestión se basa en las personas que se reúnen en el lugar del desastre, ya sea geográficamente o en línea. Nos parece una aportación relevante porqué las respuestas a las crisis se caracterizan por un torrente de emociones y solidaridad en Twitter o Facebook que muchas veces adolece de una cierta organización.. Los ejemplos que citan los autores son “#jesuisbruxelles” o “#prayforbelgium” en respuesta a los ataques en Bruselas, pero hay muchos más de crisis recientes.

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Fuente: Shawn J. Gossman

En redes sociales podríamos decir que la adaptación de estas comunidades toma tres momentos clave :

1.- Momento de compartir información entre ciudadanos.

2.- La fase de opinión. Momento en el que, según Jugens y Helsloot, las contribuciones a los hashtags se vuelven más impotantes porqué conectan a otros con la experiencia.

3.- Identificación de los usuarios con la comunidad. Es el simbolismo dentro de las propias comunidades creadas por los hashtags.

Los ciudadanos a través de la redes sociales comparten información, ofrecen y brindan ayuda, y resuelven problemas. Gracias a las redes participativas: “La convergencia social ya no es necesariamente solo geográfica, sino también digital”, aseguran los autores. Muchos serían los ejemplos recientes que podríamos citar, como la experiencia de los Voluntarios Digitales en Emergencias (VOST), para que nos demos cuenta de que los medios sociales, especialmente Twitter, ya no es un actor secundario ante las emergencias, si no una plataforma crucial con la que contar en la planificación de todo tipo de planes y protocolos. Es recomendable fomentar, desde las instituciones, la creación de éste tipo de comunidades para poder brindar una mayor convergencia social que ya es más digital que física.

Más imformación:

https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/1468-5973.12212

 

Catalunya, en el punt de mira

Els mitjans internacionals tracten el procés català com qualsevol altre esdeveniment polític. Durant força temps la frase “el món ens mira” lligada al procés polític ha estat molt reiterativa per part de l’àmbit independentista. En canvi, els partits unionistes han considerat tot el contrari, que ningú tenia interès en què passava al Principat. Però realment els mitjans internacionals els interessa el què passa a Catalunya? La resposta és que, darrerament, molt. Però sempre ha estat així? No tant. Sentenciem amb contundència perquè les dades són fruit dels resultats d’un estudi realitzat per un grup d’investigadors del departament de Comunicació de la Universitat Pompeu Fabra basant-nos en el contingut de setze diaris d’arreu del món. El treball pren com a data d’inici la sentència del Tribunal Constitucional sobre l’Estatut de Catalunya del 27 de juny de 2010 i finalitza cinc anys després amb les eleccions al Parlament de 27 de setembre de 2015. En noves recerques tindrem conclusions més recents dels anys 2016 i 2017. Tanmateix, els primers resultats d’aquests darrers anys ja revelen que el focus sobre Catalunya ha augmentat molt aquests dos anys, però el contingut de les cròniques no canvia massa. El podríem sintetitzar assegurant que els mitjans internacionals consideren que el procés només es resol amb diàleg entre governs i amb un referèndum acordat.

En els estudis esmentats s’investiga la premsa d’alguns dels països més industrialitzats del món, més Rússia i Brasil. De cada país s’han triat els dos diaris de major difusió que responen al perfil de premsa informativa i interpretativa, incloent totes les tendències ideològiques (conservadora, liberal i socialdemòcrata). La recerca ha analitzat més de 300 peces periodístiques de vuit països diferents: Estats Units: The Washington Post i The New York Times; Regne Unit: The Guardian i The Daily Telegraph; Alemanya: Frankfurter Allgemeine Zeitung i Süddeutsche Zeitung; Itàlia: Corriere della Sera i La Repubblica; França: Le Figaro i Le Monde; Rússia: Izvestia i Moskovsky Komsomolets; Canadà: The Globe and Mail i Toronto Star; Brasil: Folha de S. Paulo i O Globo.

La primera conclusió a què s’arriba és que Europa mira més el que passa a Catalunya que la resta del món. Els diaris europeus d’Itàlia, Regne Unit, Alemanya i França són els que més cobertura, intensitat i posicionament editorial dediquen al procés català. També es pot afirmar que l’atenció és un in crescendo que comença molt feble en les eleccions al Parlament del 2010 i que pren força l’any 2012, coincidint amb les manifestacions i les convocatòries institucionals en les que el sufragi universal és un element determinant (eleccions al Parlament de Catalunya 2012 i 2015, i la consulta del novembre de 2014). Per contra, les manifestacions i actes organitzats des de la societat civil reben un tracte important gràficament parlant en les edicions digitals, però poc rellevant en espai en les edicions impreses.

D’altra banda, els mitjans interpreten el contenciós Espanya-Catalunya com un conflicte mancat d’iniciativa de diàleg entre els governs, especialment de l’espanyol.  La majoria dels diaris coincideixen a remarcar la inadequada estratègia que segueix el govern del PP i Mariano Rajoy. D’altra banda, també remarquen el caràcter oportunista de l’expresident de la Generalitat, Artur Mas, oscil·lant cap a l’independentisme i reclamant més diners en plena crisi econòmica.

L’estudi també recull entrevistes amb alguns corresponsals a Espanya dels setze diaris analitzats. Els periodistes confirmen que l’atenció dedicada al procés és més intensa si hi ha conflicte entre governs. La majoria coincideix a dir que el contenciós sí que té repercussions directes en l’entorn econòmic europeu i demanen la mediació de la Unió Europea. Finalment, els mitjans de comunicació internacionals avalen la voluntat de poder votar, malgrat que consideren que ha de ser un referèndum pactat entre les parts.

Ara que sembla que el conflicte torna a quedar enfangat per la negativa de permetre la investidura de Carles Puigdemont, és bo que tothom sàpiga que els periodistes d’arreu del món continuaran fent la seva feina. El Govern espanyol hauria de prendre nota que el relat internacional difícilment el podrà condicionar al seu favor. Però també aniria bé que l’independentisme deixi de confondre l’opinió publicada amb l’opinió política dels estats, especialment dels europeus. La confiança excessiva en les cancelleries europees després de l’1 d’octubre ja es va veure que era simplement una miratge, en part causat pel tractament moderadament favorable de la premsa internacional a la causa catalana.

 

Mites i realitats del Procés català als diaris internacionals

Els  canvis socials, econòmics i polítics dels darrers anys a Catalunya ha generat diversitat de posicionament entre els mitjans de comunicació catalans i espanyols. Però i els mitjans internacionals com miren el Procés català? És la resposta que hem volgut donar un grup d’investigadors del departament de Comunicació de la UPF després d’analitzar  el tractament dels mèdia internacionals vers Catalunya. La recerca, que ara encara la recta final, la tanquem amb una Jornada de reflexió el dia 27 de juny de 2017. La investigació és l’anàlisi de l’opinió publicada d’un total de vuit països. De cada estat s’analitzen els dos diaris de major difusió que responen al perfil de premsa informativa i interpretativa. A més, s’ha tingut en compte incloure mitjans que representin les principals tendències ideològiques de cada país (conservadora, liberal i socialdemòcrata). D’aquesta manera, el llistat de diaris a analitzar agrupa un total de 16 capçaleres de 8 països diferents. El llistat resultant, d’acord amb els criteris establerts per l’equip de recerca, dóna com a resultat l’estudi dels següents mitjans de comunicació:

  1. Estats Units: The Washington Post i The New York Times.
  2. Regne Unit: The Guardian i The Daily Telegraph.
  3. Alemanya: Frankfurter Allgemeine Zeitung i Süddeutsche Zeitung.
  4. Itàlia: Corriere della Sera i La Repubblica.
  5. França: Le Figaro i Le Monde
  6. Rússia: Izvestia i Moskovsky Komsomolets.
  7. Canadà: The Globe and Mail i Toronto Star.
  8. Brasil: Folha de S. Paulo i O Globo.

De cadascun s’han estudiat els gèneres d’informació, opinió i interpretació (portades, editorials, articles i columnes) que parlen de l’encaix Catalunya-Espanya i sobre la voluntat de Catalunya de decidir el seu futur polític.

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Una jornada oberta a tothom

La Jornada d’anàlisi de la construcció del relat sociopolític de Catalunya: El Procés Català a la premsa Internacional està organitzada pel Grup de Recerca en Comunicació Política, Mit­jans i Democràcia de la Universitat Pompeu Fabra i forma part del projecte de recerca “Ca­talunya als ulls del món. Anàlisi de la presència i construcció del relat del context sociopolític a la premsa internacional (2010-2015)”. La investigació ha estat finançada mitjançant una convocatòria competitiva de l’Institut d’Estudis Autonòmics (GR/8/2015).

Podeu fer difusió de l’esdeveniment, es tracta d’un acte obert a tothom i gratuït. Per assistir a l’esdeveniment només heu de registrar-vos de forma gratuïta a http://eventum.upf.edu/go/Catalunyaalsullsdelmon

 

Propostes per millorar la comunicació d’emergències a les xarxes socials

Els darrers atemptats terroristes arreu d’Europa ens han alarmat per molts motius. Un d’aquets han estat les imatges, en alguns casos molt cruentes, publicades o reproduïdes en mitjans de comunicació d’arreu del món. A més, hem vist com es compartien a la xarxa sense cap tipus d’escrúpol. L’administració, però especialment, alguns mitjans de comunicació han tirat pel dret i no han respectat ni el dret a la intimitat, ni el dret a l’honor de víctimes i familiars. Específicament a Twitter i Facebook hem elaborat un conjunt de propostes de millora que són resultat de l’estudi de diferents crisis passades arreu del món. Tal vegada poden ser d’utilitat per a comunicadors. En aquest document les trobareu:  Propostes millora Com. Emergencies.

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La Policia delimita els entorns del Manchester Arena. / EFE/ANDY RAIN

El cas de la Nadia i l’infotaiment

 

La credibilitat que alguns mitjans de comunicació han donat a Fernando Drake Blanco, el pare de la Nadia Nerea, en creure que demanava ajuda per tal de recollir diners per finançar una operació a Houston que salvaria la vida a la petita ha de fer reflexionar a tot el món periodístic. Les televisions que van omplir hores amb aquesta mitja veritat o mitja mentida han demanat disculpes per no haver contrastat prou la informació i el diari El Mundo feia un editorial valent en la que demanava disculpes sense ambigüitats. Però em sembla que tot quedarà en un foc d’encenalls, ja sabem que quan faci uns dies es probable que tot s’oblidi i neixi un nou cas que potser serà o no veritat. I a cada bugada el periodisme perd un llençol, de credibilitat esclar.

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Fotografia extreta de la web de El Periódico de Catalunya.

El cas de la Nadia hauria de fer (re)pensar que tot i que els informadors potser no han fet prou bé la seva feina, hi ha elements d’aquest cas que tenen a veure més amb l’ètica i l’estètica que amb altres vel·leïtats. Aquesta vegada el periodisme no ha actuat del tot amb mala fe, però s’ha aprofitat un cop més de la informació per entretenir, és a dir per fer infotaiment. I què és això? Doncs un acrònim format pels conceptes informació i entreteniment en anglès. L’infotaiment és el contingut periodístic que barreja la informació i l’entreteniment per tal d’atraure més espectadors, lectors o oients cap a un mitjà de comunicació. Generalment és un concepte pejoratiu i s’usa molt per definir programes de televisió, encara que no únicament, ja que hi ha molts diaris que el practiquen cada vegada més, sobretot a les versions digitals.

Per cert, que la pitjor part, quedi clar, no se l’endu el periodisme, sinó la petita Nadia Nerea que ha entrat al món dels grans sense voler-ho.

 

No vueling

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L’escàndol és majúscul, una companyia d’aviació que diu vendre més bitllets dels que pot atendre. Centenars de viatgers se’ls cancel·la el vol, se’ls extravia la maleta, se’ls malmet la seva vida… En resum, viatgers que “no vueling” . Per arrodonir-ho tot plegat la companyia respon amb un “hem fallat” i poca cosa més. La gestió, des del punt de vista operatiu, és un gran despropòsit, tanmateix, ens fixarem en la gestió de la comunicació d’una greu crisi que ha afectat a milers d’usuaris.  Destacarem alguns elements que són interessants de com NO s’ha de fer, vaja que tots els manuals més simples de comunicació de crisi alerten d’aquests errors:

1.- No donar la cara des del primer moment: Fins el dilluns dia 4 de juliol no surt el portaveu de l’empresa als mitjans. (gairebé una setmana més tard de la fase aguda de la crisi i més de dues setmanes de l’inici de les incidències). Es recomana donar la cara des del minut 1.

2.- Culpabilitat: Cal assumir d’entrada comunicativament l’error i no excusar-se amb la vaga dels controladors aeris francesos .

3.- Sense portaveus: La companyia no ha identificat un portaveu fins setmanes més tard. Aquest ha donat informacions contradictòries, confuses i no ha pogut respondre moltes de les preguntes que els mitjans li formulaven. Tots els manuals recomanen afrontar ràpidament les crisis amb un portaveu autoritzat, capaç d’explicar-se i amb dots d’oratòria.

4.- Comunicació interna: Respostes als treballadors i clients. No s’ha fet cap gest clar de desgreuge, només el president de la companyia Javier Sanchez-Prieto, ha demanat disculpes setmanes després del col·lapse. L’administració també ha fallat perquè calia comunicar als usuaris què i com reclamar. S’ha fet tard i malament.Els protocols recomanen implicar tots els actors: administració, usuaris, treballadors, directius…

5.- Les dades: No s’han donat dades clares d’afectats, de vols… Tampoc s’ha establert un canal clar de difusió de dades per als afectats.

Seguretat i nous mitjans

La xarxa està plena d’oportunitats, també en situació d’emergència. Facilitem aquí part de la conferència que de la 6ena Escola d’Estiu de l’Institut de Seguretat Pública de Catalunya el dia 5 de juliol de 2016 al Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) on presentem els embrionaris resultats de l’Estudi “Comunicar en situaciones de mergencia. Herramientas 2.0 y nuevos protocolos en la gestion eficiente de la comunicación”, finançat per la Fundación BBVA..Escola Estiu ISPCEscola Estiu ISPC_Página_01